Ya tenemos los resultados del Informe PISA 2012 y la habitual flagelación por los pobres resultados de los alumnos españoles. Además de mirar a Finlandia para intentar copiar las medidas que hacen que sus alumnos encabecen los rankings, también habría que mirar a Suecia, como ejemplo de lo que no se debe hacer, de país que ha destrozado su sistema educativo en pocos años al aplicar unas medidas equivocadas. Unas medidas que en España son propugnadas por ámbitos neoliberales cercanos al PP.
Suecia tenía en el año 2000 unos resultados en PISA excelentes, de los mejores de Europa, muy por encima de la media de la OCDE y de España. En 2013, las cosas han cambiado radicalmente, los alumnos suecos han obtenido unos resultados muy por debajo de la media de la OCDE e, incluso, claramente por debajo de los alumnos españoles.
¿Qué es lo que ha cambiado en el sistema educativo sueco que explique estos cambios?. En el año 1993, un gobierno conservador, empezó a implantar la libre elección de centro y el cheque escolar. Una medida con amplia aceptación popular, pero que poco a poco ha ido mostrando sus perversas consecuencias. El sistema educativo se volvió muy segregador, donde los malos alumnos se iban concentrando en ciertos centros, sin ninguna posibilidad de salir adelante. En un sistema educativo casi exclusivamente público, se introdujeron las escuelas libres, centros privados subvencionados por el Estado a través del cheque escolar. Grandes corporaciones empresariales se introdujeron en el negocio educativo, priorizando por encima de todo la cuenta de resultados. Lo importante es tener contentos a los clientes (padres y alumnos) llegando a dar regalos para incentivar la matrícula en un centro o presionar a los profesores para que mejoren las calificaciones de los alumnos.
Los resultados PISA han sembrado honda preocupación en la sociedad sueca y los expertos ven clara la raíz del problema: la libre elección de centro.
Altos responsables educativos del PP narraban las maravillas del cheque escolar y despotricaban del anterior sistema educativo de Suecia, pero estos resultados puede que les hagan ver los grandes riesgos de sus propuestas.