Pedro J. Ramírez andaba hoy la mar de contento porque el embajador de Chile le había impuesto una condecoración. Anunciaba en twitter que le habían concedido la Gran Cruz de la Orden de Bernardo O’Higgins, el máximo grado de esa distinción.
Pero su ego le llevo a elevar la distinción en dos grados, reconociendo más tarde que la condecoración que le habían impuesto era la de Comendador de Orden de Bernardo O’Higgins.
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