El hijo parece que ha salido listo como el padre, según se lee la reseña biográfica que acompaña al blog:
Me imagino que este hijo será al que se refiería FJL en una entrevista en El Mundo cuando le preguntaban sobre que decían sus hijos sobre su forma de decir las cosas en la radio:
P.- ¿Qué dicen sus hijos cuando le escuchan?
R.- Cuando alguno lo hace me dice: «¿Y no puedes decir eso de otra manera?». Yo le respondo: «Ya, e ibas a estudiar tú en una universidad americana si lo digo de otra manera...». Piensan que me busco demasiados enemigos, son buenos y no quieren que maten a su padre ni se meta en líos. Están muy influidos por su madre, que es un desastre, entonces lo que ellos quieren es paaaz, paaaz...
Su novela "Salter School: Una aventura americana" tiene de argumento:
Alejandro tiene dieciséis años y no sabe lo que quiere. No le gusta el colegio ni su vida en Madrid, así que decide lanzarse a una aventura. Pide a sus padres que le envíen a Estados Unidos a estudiar, pensando probablemente en las películas de adolescentes que ha visto desde niño. Pero cuando llega a la Salter School, de Nueva Jersey, se encuentra con un mundo extraño, que tiene sus propios rituales y sus normas. Todo empieza a suceder muy deprisa: las clases, el sexo, el amor.... y Alejandro irá comprendiendo que la amistad, el amor o el propio Estados Unidos son parecidos y a la vez completamente distintos de lo que aparece en las películas.
Las ayudas de su papá, también le permitieron que Cesar Vidal le entrevistase en La Linterna. Le hace una presentación que rezuma peloteo por todos los lados, pero eso si, en ningún momento de la entrevista se hace referencia a que es hijo de Losantos.
Y no puedo acabar sin una maldad, ¿no se da un cierto aire a Chikilicuatre?, ¡ay Federico, que el mal parece que lo inunda todo!.
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2 comentarios:
No es nada personal, pero como fisonomista te moririas de hambre, porque no tiene ni aire ni viento ni atisbo de parecido con el actor que hace de chiquilicuatre...
Tiene razón el anónimo. No se parece en nada al Chikilicuatre.
Se da un aire al padre, sólo que menos feo.
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