Por muchas modernizaciones y rediseños que se hagan en el ABC, hay una cosa que no cambia: la Monarquía es sagrada y no admite críticas. Hoy publican la noticia de que la Infanta Elena y Jaime de Marichalar han firmado los papeles del divorcio, pero en esa noticia no se permiten los comentarios de los lectores. Debe ser para evitar los posibles comentarios críticos de algunos.
Elena y Marichalar
ResponderEliminarque se casaron felices
ya se van a divorciar,
¡se acabaron las perdices!.
No sé si fué su estilismo
o su cara singular
pero ya le da lo mismo
a la infanta de Papá:
su cuento y su principito
al final acaban mal.
Hay quien con sorna ya dijo
que eran tal para cual:
él con un aire de pijo
que no se puede aguantar
y ella de aspecto rarito
y con casco de montar.
A ella la recordamos
llorando en las Olimpiadas
cuando desfiló su hermano
con bandera roja y gualda.
Él se nos viene a la mente
con una corbata ortera
y con el rumor perenne
del por qué de su cojera.
La verdad es que han tenido
entre los dos una cosa
que compensa lo vivido
y ese es Froilán, su hijo,
que bien podía ese niño
heredar nuestra corona
y hacernos más divertido
los discursos cuando tocan.
A mí me parece bien
que si quieren se divorcien,
lo que parece esquizoide
es que lo anulen también:
¿Es que no se conocían?
Se les veía de lejos.
¿O ella es que no sabía
que él era tela de feo
y no el hombre de sus sueños?
Y él también nos mentiría
si dijera, a tumba abierta,
que él la eligió en su día
por ser ella una lumbrera.
Que ambos se conocían
y él, algo fresco, sabía
que ella mucho no tenía
bajo la tapa del delco.
De la monarquia no permiten comentarios. Y cuando los permiten, te censuran a la más mínima alusión a su parcialidad informativa.
ResponderEliminarMe ha dado tanto coraje, que he escribo sobre ello:
http://thebullitblog.blogspot.com/2009/12/abc-censura-sin-pudor.html